Hubo una movilización estudiantil en esta semana, y una vez más, las personas que conformamos la comunidad educativa sufrimos las apedreadas de ‘elementos exaltados’. Para ellos/as una acción de presión y rechazo al ‘sistema’; para mí, un acto criminal propio de una ideología del terror, un hecho notorio de estupidez humana.
El ‘escolar’ que rompía las ventanas de las salas y otras dependencias del Liceo, ¿no se da cuenta de las consecuencias del acto?, pues había personas en esos lugares y una piedra con las esquilas de los ventanales rotos son potencialmente un arma asesina. ¡Qué falta de respeto por la vida!
A partir de este suceso, intenté buscar respuestas para la estupidez. ‘Navegando’ por Google encontré más de 3 millones de páginas en inglés que se asocian a la palabra estupidez, a su vez, las páginas en español se reducen a menos de la mitad, ¿será que los ‘hispano-parlantes’ somos menos ‘estupidos’ que los de habla inglesa? Grande es mi sorpresa al saber que la estupidez está en tierra de todos y de nadie, no existe una ‘Estupidología’ como disciplina. Todavía la Estupidez es un misterio, porque para algunos el límite entre la Estupidez y la Genialidad es ilusoria, pues depende de la ‘perspectiva’ del enfoque.
En los relatos sufi aparece Nasruddin como el representante de la estupidez, en nuestro tiempo moderno es Mr. Bean. En mi país un caso evidente de estupidez es el Transantiago que ha revelado la estupidez a todo nivel: ingenieros, políticos, empresarios, usuarios, etc.
No obstante, existen los que quieren dilucidar el ‘misterio’. Un ‘nauta’ pregunta a la ‘red’: ¿Cuál será el límite de la estupidez humana? Otros intentan una definición. Algunos muestran ejemplos, instrucciones y enunciados ‘estúpidos’. Algunas informaciones interesantes encontradas fueron: el aporte de Carlo M. Cipolla que pretende con una Teoría: definir, clasificar, graficar y formular leyes de la estupidez humana. José M. Piquer que expresa que ‘debemos crear la estupidez artificial y olvidarnos de la inteligencia artificial’ y Giancarlo Livraghi que comenta y aporta unos corolarios a las leyes de Cipolla.
Quiero destacar dos ideas de Cipolla por ser una primera tentativa de comprender el problema de la estupidez: las cinco leyes básicas y los cuatro tipos de individuos:
Primera Ley
Siempre subestimamos el número de gente estúpida.
Segunda Ley
La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la persona.
Tercera Ley (la de Oro)
Una persona estúpida es alguien que ocasiona daño a otra persona, o a un grupo de gentes, sin conseguir ventajas para ella misma – o aun resultando dañada.
Cuarta Ley
La gente no estúpida siempre subestima el poder de causar daño de la gente estúpida. Constantemente se les olvida que en cualquier momento, y bajo cualquier circunstancia, el asociarse con gente estúpida invariablemente constituye un error costoso.
Quinta Ley
Una persona estúpida es la persona más peligrosa que puede existir.
Además, aunque algo sesgado por la economía, Cipolla aporta una clasificación de las personas según su comportamiento en una transacción:
1.- Desgraciado:
Alguien cuyas acciones tienden a generar auto daño, pero que también crean ventajas para alguien más.
2.- Inteligente:
Alguien cuyas acciones tienden a generarle ventajas, al igual que ventajas para otros.
3.- Bandido:
Alguien cuyas acciones tienden a generarle ventajas, al mismo tiempo que ocasionan daños a otros.
4.- Estúpido:
Ya tenemos esta definición en la Tercera Ley.
Por último, una cosa me queda clara que la Estupidez es un rasgo básicamente humano, por eso, parafraseando confieso que: ‘sólo sé que soy estúpido’ y lo primero que hacemos generalmente es proyectar la Estupidez... está allá ‘afuera’ y no en nosotros. Muchos hablan del cambio desde una Sociedad de la Información hacia la del Conocimiento, antes bien, creo que convendríamos atinar por una Sociedad de la Sabiduría. Albert Einstein decía: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
El ‘escolar’ que rompía las ventanas de las salas y otras dependencias del Liceo, ¿no se da cuenta de las consecuencias del acto?, pues había personas en esos lugares y una piedra con las esquilas de los ventanales rotos son potencialmente un arma asesina. ¡Qué falta de respeto por la vida!
A partir de este suceso, intenté buscar respuestas para la estupidez. ‘Navegando’ por Google encontré más de 3 millones de páginas en inglés que se asocian a la palabra estupidez, a su vez, las páginas en español se reducen a menos de la mitad, ¿será que los ‘hispano-parlantes’ somos menos ‘estupidos’ que los de habla inglesa? Grande es mi sorpresa al saber que la estupidez está en tierra de todos y de nadie, no existe una ‘Estupidología’ como disciplina. Todavía la Estupidez es un misterio, porque para algunos el límite entre la Estupidez y la Genialidad es ilusoria, pues depende de la ‘perspectiva’ del enfoque.
En los relatos sufi aparece Nasruddin como el representante de la estupidez, en nuestro tiempo moderno es Mr. Bean. En mi país un caso evidente de estupidez es el Transantiago que ha revelado la estupidez a todo nivel: ingenieros, políticos, empresarios, usuarios, etc.
No obstante, existen los que quieren dilucidar el ‘misterio’. Un ‘nauta’ pregunta a la ‘red’: ¿Cuál será el límite de la estupidez humana? Otros intentan una definición. Algunos muestran ejemplos, instrucciones y enunciados ‘estúpidos’. Algunas informaciones interesantes encontradas fueron: el aporte de Carlo M. Cipolla que pretende con una Teoría: definir, clasificar, graficar y formular leyes de la estupidez humana. José M. Piquer que expresa que ‘debemos crear la estupidez artificial y olvidarnos de la inteligencia artificial’ y Giancarlo Livraghi que comenta y aporta unos corolarios a las leyes de Cipolla.
Quiero destacar dos ideas de Cipolla por ser una primera tentativa de comprender el problema de la estupidez: las cinco leyes básicas y los cuatro tipos de individuos:
Primera Ley
Siempre subestimamos el número de gente estúpida.
Segunda Ley
La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la persona.
Tercera Ley (la de Oro)
Una persona estúpida es alguien que ocasiona daño a otra persona, o a un grupo de gentes, sin conseguir ventajas para ella misma – o aun resultando dañada.
Cuarta Ley
La gente no estúpida siempre subestima el poder de causar daño de la gente estúpida. Constantemente se les olvida que en cualquier momento, y bajo cualquier circunstancia, el asociarse con gente estúpida invariablemente constituye un error costoso.
Quinta Ley
Una persona estúpida es la persona más peligrosa que puede existir.
Además, aunque algo sesgado por la economía, Cipolla aporta una clasificación de las personas según su comportamiento en una transacción:
1.- Desgraciado:
Alguien cuyas acciones tienden a generar auto daño, pero que también crean ventajas para alguien más.
2.- Inteligente:
Alguien cuyas acciones tienden a generarle ventajas, al igual que ventajas para otros.
3.- Bandido:
Alguien cuyas acciones tienden a generarle ventajas, al mismo tiempo que ocasionan daños a otros.
4.- Estúpido:
Ya tenemos esta definición en la Tercera Ley.
Por último, una cosa me queda clara que la Estupidez es un rasgo básicamente humano, por eso, parafraseando confieso que: ‘sólo sé que soy estúpido’ y lo primero que hacemos generalmente es proyectar la Estupidez... está allá ‘afuera’ y no en nosotros. Muchos hablan del cambio desde una Sociedad de la Información hacia la del Conocimiento, antes bien, creo que convendríamos atinar por una Sociedad de la Sabiduría. Albert Einstein decía: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”.
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